alcoholimso la adicción peligrosa y díficil

Alcoholismo. Una adicción difícil de gobernar

El alcoholismo está considerado como la adicción al alcohol (etanol que se encuentra contenido en las bebidas alcohólicas). La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce al alcoholismo como una enfermedad y la define como un trastorno mental y de conducta en relación con el consumo del alcohol.alcoholimso la adicción peligrosa y díficil

El alcohol es una sustancia psicoactiva, razón por la cual genera dependencia, pero también es una sustancia tóxica capaz de producir efectos adversos en la salud.

Descontrol de impulsos y dependencia al alcohol

La pérdida de control con respecto a la ingesta de alcohol, generalmente, va acompañada por tres aspectos principales:

  • la dependencia física, caracterizada por el llamado “síndrome de abstinencia”,
  • la dependencia psicológica, y
  • la tolerancia (la necesidad de dosis más altas para lograr el mismo efecto).

El alcoholismo está considerado como enfermedad precisamente por dicha dependencia, lo que se explica por su carácter adictivo, mismo que genera un uso inadecuado de la sustancia que causa angustia o disfunción.

 

Tipos de alcoholismo

El alcoholismo se puede clasificar en dos tipos:

  • Alcoholismo agudo. Se caracteriza por el consumo ocasional, de manera más o menos intensa.
  • Alcoholismo crónico. Se caracteriza por el consumo repetido (diariamente) y que por lo general va más allá de los límites de la toxicidad.

 

Factores que predisponen al alcoholismo

Si bien es cierto que las causas que llevan a una persona a padecer del alcoholismo son diversas, el consumo excesivo de alcohol y la instalación de una adicción es, en la mayoría de los casos, facilitado por factores psicológicos que predisponen a iniciar y mantener el comportamiento del consumidor. Las representaciones cognitivas del alcohol como un símbolo de convivencia, placer e incluso virilidad son también factores que llevan a continuar el consumo del alcohol.

Los factores psicosociales también pueden ejercer una influencia significativa como el aislamiento o la soledad, el desempleo, la violencia doméstica, factores que, cuando deciden ser enfrentados con una bebida alcohólica, podría derivar en una dependencia mental y física y, por ende, en alcoholismo.

 

Características que definen el alcoholismo

Dentro de las características que distinguen a las personas que se encuentran inmersas en el alcoholismo se incluyen:

  • uno o más trastornos de ansiedad,
  • déficit en la capacidad para manejar el estrés y la ansiedad,
  • depresión,
  • déficit en habilidades de comunicación con los demás (el consumo puede ser amplificado por dificultades para rechazar la presión de beber o frustraciones relacionadas con conflictos interpersonales) y
  • la intolerancia a la frustración.

En menor medida, y en función de la gravedad del trastorno causado por alcoholismo, puede derivarse en:

  • un trastorno de la personalidad (límite de la personalidad, en particular, pero también antisocial, dependiente, esquizoide histriónico),
  • trastornos de la percepción y la expresión emocional (alexitimia) y
  • un estado psicótico (esquizofrenia).

El alcoholismo, por lo tanto, es una adicción que poco a poco va haciendo estragos en la persona que la padece y, si no tiene cuidado, se apodera progresivamente de su día a día, influyendo en sus conductas hacia los demás, hacia su entorno y al desgobierno y descontrol de sus impulsos. Una persona alcohólica tiene la difícil tarea de eliminar todas aquellas conductas que le predisponen a beber. El alcoholismo es especialmente agresivo en su escalada hacia el descontrol, siendo uno de los problemas que más daño hacen a personas que la sufren.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.